La incontinencia urinaria es la pérdida de control de la vejiga. Los dos tipos más comunes de incontinencia urinaria que afectan a las mujeres son la incontinencia de esfuerzo y la incontinencia de urgencia, que también se conoce como vejiga hiperactiva. La incontinencia afecta al doble de mujeres que hombres.
Esto puede deberse a que el embarazo, el parto y la menopausia podrían aumentar las probabilidades de incontinencia urinaria. La incontinencia urinaria no es una parte normal del envejecimiento y se puede tratar.
La incontinencia sucede cuando los músculos de la vejiga se contraen y los músculos del esfínter no son los suficientemente fuertes como para cerrar la uretra. Esto causa una necesidad urgente y repentina de orinar que tal vez no puedas controlar.
La presión que se ejerce cuando te ríes, estornudas o haces ejercicio puede causar la pérdida de orina. La incontinencia urinaria también puede ocurrir si hay un problema con los nervios que controlan los músculos de la vejiga y la uretra. La incontinencia urinaria te hace perder una cantidad pequeña de orina u orinar mucho de golpe.
La incontinencia urinaria masculina es la incapacidad de controlar la emisión de orina, lo que resulta en fugas involuntarias de orina. Es un problema común en hombres y puede ser causado por una variedad de factores, como problemas de próstata, lesiones de la médula espinal, obstrucciones urinarias, efectos secundarios de ciertos medicamentos, entre otros.
Existen varios tipos de incontinencia urinaria masculina, incluyendo:
El tratamiento de la incontinencia urinaria masculina depende de la causa subyacente y puede incluir cambios en el estilo de vida, ejercicios del suelo pélvico, medicamentos, dispositivos de contención urinaria, procedimientos quirúrgicos, entre otros. Es importante hablar con un médico o un especialista en urología para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.